viernes, 20 de abril de 2018

Centro de Referencia sobre Innovación en Medicamentos

Ayer en el Pleno de la Asamblea de Extremadura, me tocó defender, la posición del Grupo Parlamentario Socialista, y por ende, del Gobierno de la Junta de Extremadura, en una iniciativa de Podemos ,donde solicitaban la puesta en marcha de un Centro de Referencia sobre Innovación en Medicamentos en Extremadura.

Mi primera reflexión, y posición al respecto, ninguna de las Comunidades Autónomas donde funciona este modelo, en tres, exactamente, País Vasco, Cataluña y Andalucía, y construidos sus Centros en el siglo pasado (con anterioridad a 1990), han tenido un coste-efectividad positivo. Importantes inversiones, costosos mantenimientos, y como resultados, escasa o nula contribución al objetivo fundamental que se persigue con los modelos de evaluación e innovación farmacológica. Ni se ha visto en estas Comunidades Autónomas un ahorro en el gasto farmacéutico regional, e incluso, dos de ellas, en 2016, encabezaron el ranking nacional de mayor gasto farmacéutico de todas las Comunidades Autónomas del país. Este es el modelo que Podemos quiere para Extremadura.

Dos. Si esta fuera, la verdadera solución al problema del gasto farmacéutico de nuestro Sistema Público de Salud, ayer mismo habíamos firmado un compromiso, para trabajar en como construir y gestionar un Centro de estas características. Pero objetivamente pienso que no lo es.

Tres. Todo apunta a que el modelo con el que funcionan, 14 de las 17 Comunidades Autónomas, a través de Comités de Evaluación Autonómicos, al menos en nuestra región, donde funciona la Comisión Central de Farmacia y Terapéutica, creada tras la puesta en marcha por el actual Gobierno de la Junta de Extremadura del Plan de Eficiencia del Medicamento, allá por diciembre de 2015, reforzada desde hace unos meses por un nuevo Servicio constituido por un equipo multidisciplinar, que trabaja permanentemente en evaluar e innovar sobre medicamentos, y que va a complementarse, en breve, con la puesta en marcha de la Comisión Central de Uso Racional del Medicamento, trabajan con los precisos recursos y con las ideas muy claras para ir ganando batallas al incremento del gasto farmacéutico, que por otra parte es algo que tienen en  común todas las Comunidades Autónomas.

Cuarto. En Extremadura este Gobierno trabaja bajo una premisa fundamental en esta materia, si a la sostenibilidad económica del gasto farmacéutico, pero haciéndolo compatible con la sostenibilidad social de los tratamientos que precisan nuestras y nuestros ciudadanos. Un modelo que difiere del de la Derecha, que utiliza los recortes sanitarios para reducir el gasto farmacéutico, como ya hizo con el copago, o la desfinanciación de más de 400 fármacos de uso habitual, y que tanto daño ocasionaron a la salud de las personas, cuando miles de ciudadanas y ciudadanos tuvieron que abandonar sus tratamientos, por no poder costeárselos. Aquí las medidas van en otro sentido. Por hay formulas para no dañar la sostenibilidad social para conseguir una sostenibilidad económica. Esas estrategias, que están enmarcadas en el uso racional del medicamento y del control del gasto farmacéutico, se aplican con medidas (implicación de los profesionales en el uso racional del medicamento mediante el contrato de gestión, control individualizado o especial de medicamentos que tienen una alta relevancia terapéutica, optimización en la gestión de compras de medicamentos y productos farmacéuticos, entre otros), que ya están teniendo resultados positivos y objetivos que han permitido que en el año 2016 se sitúe, después de muchos años, por debajo de la media nacional en aumento del gasto farmacéutico, o pasando de ser, la Comunidad Autónoma donde más crecía el gasto farmacéutico por receta, a ser, en estos momentos, la tercera Comunidad Autónoma, donde menos crece.

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