Os dejo mi intervención en el último Pleno de la Asamblea de Extremadura defendiendo las pensiones de los emigrantes retornados:
"Estimado contribuyente,
la Administración Española ha tenido conocimiento de la existencia de
contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que han
percibido pensiones procedentes del extranjero y que no han sido declaradas
correctamente, lo que ha dado lugar a actuaciones de regularización por parte
de la Agencia Tributaria".
Así comenzaba la carta
certificada de Hacienda que, allá por el mes de febrero, encontraban en sus
buzones alrededor de 800.000 españoles jubilados que cobran alguna pensión
procedente del extranjero.
Carta como la que recibió
Alejandro, un paisano extremeño de 62 años que trabajó durante veintinueve años
en un fábrica de quesos en Alemania, un pensionista retornado que tendrá que
hacer frente a una cantidad que oscila entre los 5.000 y los 6.000 euros, cuando
cobra actualmente unos 950 euros al mes, 856 que corresponden a la pensión
alemana y 96 euros del Estado español.
Luis, otro paisano
extremeño, también emisario de una de estas cartas. Se enfrenta a una deuda de
8.000 euros con Hacienda. Cobra 800 euros de pensión por haber trabajado
durante casi treinta años en un astillero en Alemania y 500 euros de pensión en
España.
O Herminia, que a sus 76
años recién cumplidos se ve inmersa en una situación que la supera. Herminia,
como otras muchas extremeñas, en los años sesenta se fue a Alemania a buscarse
la vida y allí trabajó durante once años en una fábrica de hilos, junto a su
marido. Acabaron regresando a Extremadura y actualmente cobra 320 euros de
pensión por Alemania y 600 euros de viudedad por España. Ahora ha visto cómo
por su imposibilidad de pagar las importantes reclamaciones realizadas por
Hacienda han embargado sus cuentas.
Señorías, así hasta
800.000 dramas familiares, hasta 800.000 pensionistas con serias dificultades
para hacer frente a estas reclamaciones abusivas, 800.000 pensionistas a los
que la información que siempre les había dado la Agencia Tributaria era la
misma: "Sus pensiones del extranjero no tienen obligación alguna de
regularizarse en el IRPF". Incluso los borradores que les llegaban de
Hacienda para realizar sus declaraciones de renta no incorporaban estos
conceptos.
Hoy tratamos este asunto
en la Asamblea de Extremadura, de donde quiero dar la bienvenida a los señores
diputados de Podemos a la causa en defensa de este colectivo de emigrantes
retornados.
Quiero recordarles, que la
defensa la ha abanderado el Partido Socialista en el Congreso y en el Senado,
llevando a debates diversas iniciativas parlamentarias, que solo encontraron la
insolidaridad y solo encontraron el rechazo por parte del Grupo Popular y por
parte del Gobierno de Rajoy, demostrando que este gran problema, el problema de
este colectivo, no les importaba lo más mínimo.
Dicho esto, y como
coincidimos en su totalidad con las peticiones que incorporan en su propuesta
de pronunciamiento, señor Hierro, vamos a apoyarla, porque son reivindicaciones
y peticiones que mi partido ya ha hecho en sede parlamentaria en su momento.
Otra cosa bien distinta es
que en estos momentos a quien le dirigimos esta petición, al Gobierno de la
nación, pues posiblemente pueda hacer poco, y ojalá cuando llegue esta
propuesta de pronunciamiento al Gobierno haya otro Gobierno más sensato y más
responsable que la tenga en cuenta.
Señorías, ni Alejandro, ni
Luis, ni Herminia, ni el resto de los 800.000 pensionistas retornados, con
pensiones procedentes del extranjero, merecen el maltrato, merecen el acoso y
el merecen el derribo que están sufriendo por parte del Ministerio de Hacienda
y de la Agencia Tributaria.
Qué decir cabe que la Ley
26/2014, de 27 de noviembre, aprobada por el Partido Popular en las Cortes
Generales, desprecia a quienes merecen el mayor de los respetos, a aquellas y a
aquellos que tuvieron a una maleta vacía y tirarse al mundo para ganarse fuera
lo que se les negaba en su propio país.
Es una indignidad que a
este colectivo se les tache de defraudadores.
Sí, señora Correa, el
señor Montoro y el Partido Popular los han llamado y los siguen llamando
defraudadores, cuando había que agradecerles a todas y cada una de estas
personas que se hayan dedicado toda su vida a mandar divisas a este país y lo
sigan haciendo en este momento.
Y, sin embargo, en 2012 el
Gobierno ha promovido un cambio en la ley para ayudar a auténticos
defraudadores, a personas que han obtenido rentas y patrimonios no sabemos
cómo, y que lo siguen haciendo y no sabemos dónde tienen ese patrimonio,
personas para las cuales se ha creado una amnistía fiscal, que ha significado
que se ha eliminado todo tipo de gravámenes, intereses de demora, recargos y sanciones,
y que, además, lo más grave, no se les ha exigido que retornen esos dineros a
nuestro país. Por cierto, lista de defraudadores que, no sabemos por qué, el
Gobierno sigue sin hacer pública.
Es demagógico, señora
Correa, que se acuerde usted en esta Cámara de esas personas que lo están
pasando mal, y que su partido, el Partido Popular, esté haciendo muy poquito
por ellos. Y ustedes muy poquito hacen también al no apoyar esta propuesta de
pronunciamiento que presenta hoy aquí el Grupo Podemos.
Lo que tienen que hacer,
señorías, es reconocer lo mal que lo han hecho en estos menesteres, sobre todo
lo mal que se están portando con este colectivo y pedirles perdón por haberles
llamado defraudadores, por haberles metido la zarpa en sus ahorros y por haber
hecho la vida un poco más difícil a todas estas familias.
Finalizo con la
tranquilidad y confianza en que muy pronto se producirá un cambio de gobierno
en este país, que devolverá la dignidad a este colectivo y que impulsará,
porque formará parte de nuestro programa electoral, el del Partido Socialista,
una reivindicación histórica de estos pensionistas retornados, que no es otra
que la homologación de las pensiones públicas del extranjero, lo que permitirá
que las pensiones de invalidez permanente y gran invalidez que se reciben del
extranjero se traten como las pensiones públicas de nuestro país.
Nada más y muchas gracias.